No sé qué me pasaba, qué me pasa, es un poco difícil explicar todavía: el miedo, la ansiedad que siento. Tengo atisbos de la razón, pero no se logra configurar completamente (aunque tengo mis sospechas, pero en eso quedan, en sospechas), parece niebla espesa cada vez que cierro los ojos e intento buscarla, consecuentemente, se diluye y la vuelvo a perder del todo, sin pies ni cabeza, peor que al inicio. Pero estuvo ahí una semana antes del 9 de marzo (del 2009), lograba agitarme un poco y una que otra mañana hacía que al abrir mis ojos rotara varias veces enredándome entre las sábanas sin ánimos de ver que faltaba menos, queriendo volver desesperadamente a la inconciencia de mi dormir.
Llegó el sábado, el domingo.. y se hacía más fuerte el sentimiento dentro de mi pecho. No encontré nada mejor que abrazar a mi mami y decir varias veces "no quiero... no quiero..". Terminé hechándome en la cama, porque no me acosté, sino que literalmente me heché en ella, cerre los ojos, me volteé.. y después de un rato, pegue un grito que quizo ser ahogado, pero no lo logró mucho. No sé la razón.. pero "No quiero ir a la escuela !". Cierto, yo no voy a la escuela, pero para efectos de reclamos y pataletas, da lo mismo... el hecho es ese.. no quería ir a la U, a las clases..
Ahí estaba el lunes cuando me desperté !!!! No se había ido !!! Porqué ?? !!! Me llenaba el pecho y sentía que se hacía más grande, me preparé, me subí al auto, me bajé, tomé el metro.. me acercaba cada vez más.. llegué... y seguía ahí !!!! Molestándome, haciéndome sentir mal.. no quería sentir eso.. era un poco claustrofóbico el sentimiento, abarcaba demasiado de mi, y me sentía tan pequeña !
Finalmente comenzó mi primera clase, la concentración que demandó el primer discurso hizo que me olvidara de lo que me abarcaba el pecho y luego de terminada la cátedra, pude sentir que se hacía cada más pequeño, los latidos habían disminuido, eso era bueno. Pero estuvo ahí toda la primera semana, hasta el último día de la semana.
Si bien, no se ha ido, definitivamente es más pequeño, y está relativamente más controlado que hace una semana, pero por momentos, siento que se inquieta, que no está calmo del todo, que se revuelve, hace que desee tirarme en la cama a pensar... cuando me vence y logra que repose un minuto sucede, que no llegan las ideas, o que se pasean borrosamente sin dejarse ver. No sé cuánto tiempo más suceda, espero que o se vaya o se aclare, pero tomará su tiempo, como todo, incluso si pensara todo el día, sé que lo sabré o se irá cuando corresponda que pase, por el momento me haré el ánimo de seguir con mis días, con el espíritu de dormirme tranquila y contenta por lo que logre cada día.
Dream it. Do it.
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Escrito el sábado 14 después de las 10 pm.
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