No me puedo quejar, la pase muy bien y me encantó compartir ese momento no sólo con mis amigos sino también con mi hermana menor, valeria.
La Bienvenida de Cassandra y Silvana fue con piscina y comida, qué más pedir para una acaloradísima tarde de mitad de enero. No esperaba tanta audiencia...
Los agradecimientos especiales a Feliciano por el depto y el lugar y a perritz por la logística, a todos por su asistencia.